¿Qué pasa después de 30 días de duchas frías?

Reducción de la Inflamación

La inflamación crónica se asocia con muchas enfermedades modernas, como cardiopatías, diabetes, cáncer, artritis y enfermedad inflamatoria intestinal. La terapia de frío puede reducir la inflamación general del cuerpo. Un estudio en personas de entre 85 y 110 años demostró que unos niveles bajos de inflamación predicen la supervivencia y las capacidades cognitivas. Por lo tanto, reducir la inflamación podría prolongar la vida y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.

La noradrenalina inhibe las vías inflamatorias al disminuir los niveles de TNF-alfa, una proteína implicada en prácticamente todas las enfermedades humanas. También reduce otras moléculas inflamatorias como la MIP-1 alfa. Además, al bajar la temperatura corporal, los vasos sanguíneos se contraen, lo que puede ayudar a reducir los marcadores inflamatorios.

Inmunidad Reforzada

Otro beneficio sorprendente de las duchas frías es la mejora de la inmunidad. Un estudio demostró que sumergirse durante una hora en agua a 13,9 °C, tres veces por semana, durante seis semanas, aumentó el número de linfocitos, glóbulos blancos que combaten bacterias, virus y toxinas. Otro estudio reveló que nadar en invierno redujo las infecciones respiratorias en un 40 %.

Mejora la fortaleza mental

Ducharse con agua fría requiere cierta fortaleza mental, ya que a pocas personas les gustan las bajas temperaturas. Sin embargo, superar esta incomodidad puede mejorar la tolerancia a situaciones desagradables y ayudar a gestionar mejor el estrés diario. Wim Hoff, atleta extremo apodado “El Hombre de Hielo”, es un firme defensor de la exposición al frío para fortalecer la fortaleza mental.

Ayuda para bajar de peso
La exposición al frío activa la grasa parda, un tipo específico de grasa corporal que produce calor para mantener la temperatura corporal, acelerando así el metabolismo. Un estudio demostró que permanecer en agua a 20 °C durante una hora aumentó la tasa metabólica en casi un 100 %, y en agua a 13,9 °C, hasta en un 350 %. Esto puede conducir a una mayor pérdida de grasa.

Mejora de la resistencia
La terapia de frío también puede aumentar la capacidad de resistencia al estimular la biogénesis mitocondrial, es decir, aumentar la cantidad de mitocondrias en las células. Un estudio demostró que la exposición a agua a 10 °C durante 15 minutos, tres veces por semana, durante cuatro semanas, aumentó la biogénesis mitocondrial en los músculos de los corredores. Otro estudio descubrió que la exposición al agua fría después del ejercicio de alta intensidad aumentó la expresión del gen PGC-1alfa, responsable de la producción de mitocondrias en los músculos.

Cómo empezar la terapia de frío
Es importante progresar lentamente con la exposición al frío. Empieza con duchas ligeramente frías y reduce gradualmente la temperatura. También puedes empezar con duchas alternadas de agua caliente y fría, conocidas como terapia de contraste, que ofrecen los beneficios de la exposición regular al frío y pueden facilitar la recuperación después del entrenamiento.

Otro método es usar una sauna en combinación con una ducha fría o un baño de hielo. La alternancia de calor y frío provoca que los vasos sanguíneos se abran y cierren rápidamente, creando un bombeo que ayuda a reducir la inflamación y a mejorar el suministro de nutrientes a los músculos. Concéntrate en la respiración e intenta calmar el cuerpo, como en la meditación, para tolerar mejor el frío.

Leave a Comment