Qué sucede después de 30 días de duchas frías
Ducharse con agua fría puede resultar muy incómodo, provocar escalofríos y hormigueo en todo el cuerpo. Sin embargo, las duchas frías y la terapia de frío en general pueden ayudarte a sentirte más alerta y con más energía, mejorar tu salud e incluso ayudarte a quemar grasa. Aquí tienes seis beneficios científicamente comprobados que puedes obtener al usar la terapia de frío correctamente y cómo empezar a usar el frío para aprovechar sus beneficios hoy mismo.
Mejora del estado de ánimo y la salud mental
La terapia de frío puede mejorar significativamente tu estado de ánimo y tu salud mental, hasta el punto de ayudar a prevenir y tratar la depresión. Al exponerte a bajas temperaturas, el cuerpo libera rápidamente noradrenalina en la sangre. Este neurotransmisor se asocia con el estado de alerta, la atención, la concentración y el estado de ánimo. Varios estudios, tanto en ratones como en humanos, han demostrado que la exposición al frío aumenta la noradrenalina. Un estudio publicado en la revista Neuropsychiatric Disease and Treatment demostró que la disminución de noradrenalina provoca depresión, lo que explica por qué los baños de hielo y las duchas frías pueden ayudar a prevenir y tratar la depresión. Para lograr estos beneficios, la temperatura debe ser lo suficientemente baja. Un estudio demostró que una inmersión de una hora en agua a 14 °C no aumentó los niveles de noradrenalina, mientras que una hora en agua a 13,9 °C los incrementó en un 530 %. Afortunadamente, se pueden lograr beneficios similares en menos tiempo si la temperatura es aún más baja. Por ejemplo, una inmersión de 20 segundos en agua a 4,4 °C, repetida tres veces por semana durante 12 semanas, aumenta los niveles de noradrenalina entre un 200 % y un 300 %.